La organización y gestión de almacenes es un sector en auge, ya que se trata de una labor que repercute directamente en el desarrollo y crecimiento de una empresa. Debido a ello, las compañías buscan a trabajadores especializados en este tipo de tareas logísticas, para asegurar el funcionamiento eficiente de estas instalaciones. Así pues, si quieres saber más sobre este ámbito profesional, sigue leyendo. Y recuerda que puedes ampliar tu perfil académico y profesional en el sector logístico a través del Máster en Gestión Logística y Operaciones de Almacenaje.
Índice de contenidos
¿Qué es la organización y gestión de almacenes?
Se define como logística o gestión del almacén la recepción, movimiento interno, almacenaje y salida de las materias primas o productos terminados dentro de una empresa. Para desempeñar esta función se utilizan una serie de herramientas TIC que permiten llevar a cabo un control de la forma más fiable posible. Algunas de sus ventajas son:
- Rapidez: los productos se distribuyen de una manera más eficiente al conocer dónde se encuentran.
- Reducción de costes: conocer el stock de una manera fiable permite reducir pedidos o fabricar menos producto final.
- Optimización del espacio: elegir el método de almacenaje más acorde ayuda a utilizar el espacio disponible de una manera más eficiente.
- Menor operativa: una distribución eficiente implica un menor número de movimientos internos, lo que libera a los operarios.
Sistemas de organización de almacenes
A la hora de elegir un método de organización debes fijarte en las necesidades concretas de la empresa, siendo los más habituales:
Método caótico
Su único objetivo es optimizar al máximo el espacio. Las mercancías que llegan al almacén ocupan los espacios vacíos con los que se cuentan con independencia de su ubicación. Uno de los subsistemas más usados es el ABC que aporta cierto orden al caos.
Cuenta con las siguientes ventajas:
- Reducir las necesidades de espacio.
- La mercancía que entra se almacena de manera más rápida en el primer hueco.
- El mantenimiento es sencillo, se bloquea la zona necesaria sin afectar a la distribución.
Pero, por el contrario, este sistema posee ciertas desventajas:
- Es imposible controlarlo de manera manual, todo depende de un ERP, desde las rutas hasta el control del stock.
- Requieren de sistemas de almacenaje que puedan adaptarse al tamaño de las mercancías.
Método FIFO
El uso del método FIFO es muy común en aquellas empresas que cuentan con productos perecederos. Las siglas hacen referencia a First In First Out, lo primero que sale es lo primero que entró.
Este sistema destaca por evitar la caducidad u obsolescencia de los productos y que se puede utilizar tanto el almacenamiento de stocks como la cadena de suministro. Pero, como principales desventajas encontramos de que requiere de espacio y estanterías dinámicas, y es necesario realizar más movimientos internos para tener disponible la mercancía más antigua.
Método LIFO
Last In First Out, es decir, la última mercancía en entrar es la primera en salir. Se aplica en productos que pueden aumentar su valor y no sufren con el paso del tiempo.
Permite optimizar mejor el espacio y no son necesarios los desplazamientos y movimientos internos. Ahora bien, no es apto para elementos que sufren depreciación y no se puede combinar con otro método
Como ves, la organización y gestión de almacenes es una actividad clave en cualquier empresa. Eso sí, requiere de los conocimientos necesarios para elegir el método de almacenaje que mejor se adapte a la compañía. Algo que puedes conseguir formándote en Ielogis, concretamente a través del máster en gestión logística y operaciones de almacenaje.